El primer lugar
del que se tiene referencia en el barrio es la Posta del Rosario de Los Arroyos, que es creada
en 1774, era el servicio postal o de correo, que se realizxaba a caballo en tre
Buenos Aires y Asunción del Paraguay. El lugar estaba entre las calles Colón,
Virasoro, Alem y Bv. 27 de Febrero, era un lugar alto por lo tanto no se
inundaba esa zona. Las postas estaban ubicadas entre 8 y 5 leguas (1 legua = 5,5 Km .) es decir, entre 27
y 44 Km .
La posta funciona hasta 1933.
Después no hay
más noticias sobre el barrio hasta 1874, año en que se licitó la construcción
del Matadero Público, inaugurado dos años después, sobre el llamado Camino de la Costa , luego denominado Av.
Abanderado Mariano Grandoli, entre las calles Ayolas y Bv. Seguí. Había algunos
ranchos dispersos alrededor del mismo, cuyos habitantes se dedicaban al
aprovechamiento de los restos de la matanza y a prestar servicios de menor
importancia en el faenamiento.
Es así como en su
entorno se establecieron las primeras industrias para su funcionamiento, la que
dio origen al barrio Villa Manuelita y a varios conventillos. También
posibilitó que se establecieran los primeros boliches, que en realidad eran
almacenes de ramos generales que contaban además con despacho de bebidas,
siendo éstos los primeros lugares iniciales de encuentro e intercambio fuera de
los lugares de trabajo.
El sitio más
antiguo de población fue el conocido como Villa Manuelita, ubicado a unas cinco
cuadras al sur del Matadero, sobre lo que hoy es calle Centeno y es 1885. allí
estaban las 14 provincias. Doña Manuela era la señora que alquilaba las casas
que tenian el nombre de cada una de las provincias argentonas y eran 14. Como
la calle no tenía nombre se llamó Villa manuelita y después se le dio ese
nombre a todo el barrio.
El Matadero
Municipal funcionó en el mismo sitio hasta el año 1931 en que fue trasladado
más al sur a la calle Lamadrid y Pedernera donde se construyó el Nuevo
Matadero, siendo una parte de éste vendida a la C.A .P. (Corporación Argentina Productora de
Carne) en 1961.
En el lugar donde
funcionaba el Matadero Viejo se trasladará el Gerontocomio Municipal en el año
1960 y al año siguiente, se creará la escuela N° 6430 “Isabel La Católica ”. Anteriormente
hubo un proyecto para construir allí la Cárcel de Encausados de Rosario.
A principios de
este siglo, la zona situada en los comienzos de la calle Ayolas, hacia el lado
del río Paraná, comenzó a utilizarse como depósito de las basuras domiciliarias
de la ciudad.
En sus alrededores se radicó gente pobre dedicada a la extracción
de metales, huesos, vidrios, etc., alojándose en ranchos construidos con latas,
maderas, adobe, etc., éste es el origen de lo que posteriormente será la Villa Miseria
llamada Villa Manuelita.
Uno de los que se
dedicaban a esa actividad era un inmigrante español llamado Jesús Pérez que
comenzó siendo “ciruja” y con esfuerzo fue progresando convirtiéndose
“chatarrero”, comprándole a los “cirujas” los metales, huesos, vidrios, etc.,
hasta que consiguió en el año 1925, ser el concesionario elegido por la
municipalidad para explotar la basura durante treinta años.
Paralelamente a
está actividad, también era comerciante y exportador de grasa y huesos. Poseía
unas ollas enormes que servían para hervir los huesos que sacaba de la basura y
los animales muertos que traía del Matadero. Le quitaba la grasa y las colocaba
en tambores de 200 litros
que servían para la exportación. Los huesos después de ser cocinados los
colocaba en una pila que tendría unos 50 metros de alto por 130 metros de largo.
Contaba también con una moledora de huesos, el cual se usaba para refinar el
azúcar.
El puerto de
Rosario exportó mucho durante la Segunda Guerra Mundial, como consecuencia de la
gran devastación que sufrieron los países europeos, se exportaban toda clase de
productos alimenticios como ser granos, aceite, huesos, carnes, etc.
Otra
característica de Jesús Pérez era su vinculación con dos escuelas del barrio, a
las que construyó sus edificios. Una de ellas, es el actual edificio de la
escuela N° 81 “Juan José Paso”, ubicado en Gaboto 22 bis y que un principio
fuera ocupado por la escuela N° 85 “Esteban Echeverría”. Ese edificio fue
construido de ex profeso por Jesús Pérez y luego vendido al gobierno de la
provincia para que funcione la escuela.
El otro fue una
casa de dos plantas llamada “Villa Eloísa”, construida sobre la barranca, en
Ayolas 299 bis, lugar donde funcionó primitivamente la escuela N° 114 “Justo
Deheza”, conocida también como “La
Basurita ”, debido a que estaba ubicada al lado del basurero
municipal. En un principio Jesús Pérez le alquiló a la escuela la planta baja,
viviendo él en la planta alta, pero luego se mudó y todo el edificio fue
ocupado por la escuela.
Las casas típicas
del barrio empezaron siendo casillas de chapa y madera, similares a las que se
construían en otros barrios obreros de la ciudad. Se hacían con chapas
acanaladas con pendientes en el techo y colocadas en forma vertical en las
paredes, algunas se revestían interiormente con tablas de pinotea machimbrada
más delgada clavada en los tirantes, otras casas se hacían con latas de
kerosene de veinte litros, se abrían, se extendían y se iban clavando de abajo
hacia arriba.
El lugar que da
origen al nombre de “Tablada” estaba ubicado en calle Necochea entre Gálvez y
Bv. 27 de Febrero, allí donde está el paso a nivel del ferrocarril Belgrano
(Ex-ferrocarril Central Córdoba, en su acceso al puerto) sobre la mano de los
números impares, estaban los bretes o corrales, donde se bajaba el ganado, los
cerdos, las ovejas, etc., que llegaban en ferrocarril. Las Tabladas son los
sitios donde están los corrales y allí se procede a rematar la hacienda.
También es el lugar donde se guardan los animales para el sacrificio en el
Matadero. Cabe aclarar que la denominación de Tablada no consta en ningún
documento oficial y que uso fue impuesto por la costumbre popular.
Entre las calles
Necochea, Gaboto, Convención y Virasoro, los terrenos fueron tomados en
posesión por el Dr. Rafael Calzada, por lo cual el barrio por mucho tiempo
llevó su nombre, hasta que en 1911 fueron loteados. También era el propietario
de las tierras que se encontraban hacia el oeste de la Av. San Martín entre
Gaboto y Bv. Seguí, abarcando aproximadamente hasta lo que es hoy la calle
Santiago.
Este texto forma parte del Libro que publicó el
profesor de historia Jorge Malla, llamado "Historia del Barrio Tablada y
de la Biblioteca C.C.
Vigil", Editado por la
Vecinal AVROSE en agosto de 2006.
No hay comentarios:
Publicar un comentario